Conmemoramos a san Calixto, papa. Resistió las presiones de los rigoristas de su tiempo hasta derramar su sangre por Cristo. Se lamentó de las actitudes de hipocresía, fariseísmo y legalismo, vacías de amor; sintiendo la urgencia de la ternura, comprensión, servicio y perdón. Son las obras de amor las que acreditan la conversión auténtica, la del corazón.