DÍA DEL «DOMUND»
Comprender lo que Dios nos está diciendo en estos tiempos de pandemia -nos dice el papa Francisco- también se convierte en un desafío para la misión de la Iglesia. La enfermedad, el sufrimiento, el miedo, el aislamiento nos interpelan. Nos cuestiona la pobreza de los que mueren solos, de los desahuciados, de los que pierden sus empleos y salarios, de los que no tienen hogar ni comida. Y la oración, mediante la cual Dios toca y mueve nuestro corazón, nos abre a las necesidades de amor, dignidad y libertad de nuestros hermanos, así como al cuidado de toda la creación.
La celebración la Jornada Mundial de la
Misión también significa reafirmar cómo la oración, la reflexión y la ayuda
material de sus ofrendas son oportunidades para participar activamente en la
misión de Jesús en su Iglesia. La caridad, que se expresa en la colecta de las
celebraciones litúrgicas del tercer domingo de octubre, tiene como objetivo
apoyar la tarea misionera realizada en mi nombre por las OMP, para hacer frente
a las necesidades espirituales y materiales de los pueblos y las Iglesias del
mundo entero y para la salvación de todos.
Esta semana está dedicada a la
caridad misionera como apoyo para el inmenso trabajo de evangelización y de la
formación cristiana de las Iglesias más necesitadas.