Hoy, Nuestra Señora del Rosario, nos enseña a captar la voluntad de Dios y encarnarla, a saber guardar en el corazón todo lo que no entiende y seguir en el servicio humilde encomendado por el Señor, a llegar hasta los pies de la Cruz en la respuesta de amor, a colaborar con todo su ser a la redención del mundo...