10 de octubre de 2014

Ha llegado una carta de Mozambique

Nos escribe Pablo Ostos Muñoz con motivo del Domund:

Queridos amigos, mis deseos de que estéis todos muy bien. En este mes de octubre no podía pasar sin saludaros y mandaros un abrazo lleno de cariño y agradecimiento por todo lo que habéis hecho y hacéis. Y este saludo cariñoso va extensivo a todos esos cristianos comprometidos con la misión que dedican tiempo y esfuerzos a animar sus parroquias misioneramente y así como a toda esa gente de corazón grande, sobre todo niños, que acogen con admiración y compromiso el mensaje misionero. Va un saludo desde esta tierra mozambicana en este mes de octubre. Gracias a todos vosotros he vivido experiencias maravillosas durante estos últimos años por nuestra diócesis de Córdoba, tanto por la sierra, por la campiña o por la ciudad. He encontrado testimonios admirables de cristianos comprometidos con su fe y esa pregunta de Jesús: ¿Dónde está tu hermano? Quiero desearos que esta campaña del DOMUND 2014 sea una oportunidad de gracia y alegría para cada uno de vosotros y una vez más agradecer a cada una de las personas que me acogió en su casa, que me llevó, me trajo, me acompañó, algunas fallecieron pero las sigo recordando. Yo estoy bien. Como sabéis volví a Mozambique en el mes de marzo y fui destinado para otra diócesis lo que significa otro pueblo, lengua, realidad por lo que mi trabajo principal ahora es conocer esas realidades además de mi huerta y otros trabajos de la casa. Estoy con dos sacerdotes combonianos, uno mozambicano y otro brasileño y atendemos dos parroquias: la de Chitima donde vivimos y la de Mucumbura que se encuentra a 170 km, ya haciendo frontera con Zimbague, donde vamos unos días y volvemos a Chitima. Mucumbura tiene comunidades que están a más de 150 km de la sede. Como os podéis imaginar no están bien atendidas. Se precisa de personal formado para acompañar y animar las comunidades. Esta zona precisa de misioneros sacerdotes, hermanos, hermanas y laicos que nos permitan acompañar más de cerca a la gente que quieren vivir su fe y que gracia al Espíritu se mantienen a pesar de las condiciones. Comunidades que además de formarse y celebrar su fe se comprometan en la construcción del Reino de convivencia, justicia y de vida anunciado por Jesús. Por lo tanto recemos y animemos para que en esta campaña del DOMUND además de ofertas materiales donen a oferta de la propia vida. Escribo en las vísperas de la fiesta de San Daniel Comboni que celebramos mañana y pedimos a este grande apóstol de África el amor y la entrega que el tubo por estos hermanos. Un fuerte abrazo, pablo.