
Un
gran número de personas desde la retaguardia misionera han hecho posible, tanto
con la entrega y recogida de materiales de primera necesidad (ropa, calzado,
material escolar, medicinas, etc.) como con la carga del contenedor, y sobre
todo con sus oraciones, poder compartir la fe y los bienes con nuestros hermanos de la misión
diocesana de Picota.