29 de septiembre de 2010

COLABORACIÓN SEMANAL DE D. ANTONIO EVANS,
DELEGADO DE MISIONES EN CÓRDOBA

Semana de oración por las misiones (3/10/10)

El mes de octubre –nos dice el Papa Benedicto XVI en su Mensaje para el Domund-, con la celebración de la Jornada Misionera mundial, ofrece a las comunidades diocesanas y parroquiales, a las institutos de vida consagrada, a los movimientos eclesiales y a todo el pueblo de Dios, la ocasión de renovar el compromiso de anunciar el Evangelio y de dar a las actividades pastorales un aliento misionero más amplio. Esta cita anual nos invita a vivir intensamente los itinerarios litúrgicos y catequéticos, caritativos y culturales, con los que Jesucristo nos convoca a la mesa de su Palabra y de la Eucaristía, para gustar el don de su Presencia, formarnos en su escuela y vivir cada vez más conscientemente unidos a Él, Maestro y Señor. Él mismo nos dice: «El que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él» (Jn 14,21). Sólo a partir de este encuentro con el Amor de Dios, que cambia la existencia, podemos vivir en comunión con Él y entre nosotros, y ofrecer a los hermanos un testimonio creíble, dando razón de la esperanza que está en nosotros (cfr. 1Pe 3,15). Una fe adulta, capaz de abandonarse totalmente a Dios con actitud filial, alimentada por la oración, la meditación de la Palabra de Dios y por el estudio de las verdades de la fe, es la condición para poder promover un nuevo humanismo, fundado en el Evangelio de Jesús.
Ciertamente, como reza el lema del Mensaje: “La construcción de la comunión eclesial es la clave de la misión”.
Vamos a iniciar la semana de oración por las misiones y los misioneros, para que el Espíritu del Señor los llene de amor, comprensión, paciencia, ternura... para que los haga amar como Cristo, transparentar a Cristo, manifestar a Dios.